Humor y trabajo son dos conceptos no necesariamente antagónicos. Según un estudio de la escuela de negocios SDA Bocconi, reírse es importante para la supervivencia de la empresa: alivia la gestión de conflictos, no debilita el liderazgo y aumenta la productividad de los empleados. Aunque, eso sí, hay que tomar precauciones en contextos internacionales, dependiendo de la cultura, puede producir el efecto contrario.
El humor y la risa por lo general se asocian más al tiempo de ocio que al tiempo que desarrollamos en el lugar de trabajo. Existe el pensamiento generalizado de que divertirse en el trabajo, distrae la atención y puede tener un efecto negativo sobre la productividad. Pero en el marco de un programa de doctorado en la Universidad de Bremen, en Alemania, el profesor Sampietro ha realizado una tesis titulada ‘Humor in International Project Teams’ que le lleva la contraria a esta idea.
“Cuando la NASA me aceptó como conferenciante, en el congreso anual de 2007, entendí que el humor era un asunto serio”, señaló Marco Sampietro, profesor de la SDA Bocconi y maestro de conferencias en gestión de proyectos y tecnologías de la información en la Universidad de Bocconi. Su aseveración es toda una declaración de intenciones.
Sampietro defiende que los dirigentes capaces de elevar el nivel de productividad de sus colaboradores tienen en general un buen sentido del humor. El estudio ha relevado que el liderazgo no se debilita por la utilización del humor, sino que sale reforzado. Y es que estos dirigentes crean y admiten un ambiente de trabajo propicio al humor reduciendo al mismo tiempo el estrés.
Aliado para la gestión de conflictos
Muchas veces el ambiente laboral está lleno de ansiedad, prisas, estrés y problemas cotidianos que complican un poco más el día a día. En estos casos el humor también es un buen socio para la gestión de conflictos. Y es que, sin modificar el sentido del mensaje, hacerlo con humor es menos agresivo y menos directo.
También ayuda a considerar la situación bajo otras perspectivas. El humor sirve para desviar la atención del problema en sí mismo desmarcándose como fuente de creatividad y de resolución de problemas ya que mejora temporalmente la capacidad de construir asociaciones mentales inhabituales. Y como confirma el estudio, una proposición tiene más posibilidades de ser escuchada si está propuesta de manera humorística.
Claro que otra de las peculiaridades constatadas respecto al humor es que tiende a disminuir la percepción del riesgo. Por ello, en decisiones críticas, como podrían ser cuestiones que atañen a la supervivencia de una empresa, es recomendable olvidarse del humor por un momento.
Cuidado con las diferencias culturales
También se deben tomar precauciones en el uso del humor cuando se está en un contexto internacional. Las bromas no se entienden igual entre un asiático y un occidental, ni entre un árabe y un europeo. Algunos temas pueden ser tabúes en ciertas culturas y entonces puede producirse el efecto contrario.
Por último, hay que evitar utilizar la risa como arma de defensa para enmascarar una falta de organización o algunas deficiencias en el trabajo. Las situaciones difíciles deben encararse pero no esconderse con humor.
Fuente: Waytoma.com
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