Movimiento "slow home" - Doctor Sonrisal - Vida plena


Qué es el movimiento "slow home"
El movimiento "slow home", o casa lenta, traslada el concepto del "slow food" al diseño y la construcción de viviendas. Sus impulsores, los arquitectos John Brown y Matthew North, sostienen que las casas mal construidas son como la comida rápida, malas para los consumidores y para el medio ambiente.
En las últimas décadas, afirman, la forma rápida de construir se ha generalizado hasta alcanzar a más del 60% de los edificios. Según sus principios de diseño, en EE.UU. sólo un 10% de las casas podrían denominarse "slow". Brown incluso asegura que en este país el descenso de los niveles de salud de los barrios más desfavorecidos no se debería sólo a los malos hábitos alimenticios, sino también a una peor calidad de vida provocada por edificios mal diseñados.

Una edificación barata, hecha a contrarreloj y en bloque, encaja en la idea de "fast home", pero una casa lujosa o con materiales caros también puede serlo. Las diferencias entre una casa rápida y una lenta no vienen dadas por el estilo, el tamaño, la edad o su coste, sino por la calidad de su diseño subyacente.

El criterio esencial es cómo se ha organizado su edificación para que encaje en su entorno, con qué eficiencia están relacionadas las distintas habitaciones y cómo responden cada una por separado. En definitiva, este diseño prioriza hacer la vida más fácil y confortable a los habitantes de la vivienda y reducir su impacto medioambiental.
Criterios para tener una "slow home"
Brown y North proporcionan una serie de principios para que los consumidores sepan identificar una vivienda "lenta":

Ecológicas: tienen en cuenta a la naturaleza, no se construyen en lugares donde se puede provocar un gran impacto y utilizan materiales sostenibles y tecnologías para reducir la huella ecológica. Siempre es mejor renovar casas ya edificadas en comunidades ya creadas, un criterio que también ayudará a evitar el impacto del transporte.

Saludables: evitan materiales y sistemas de construcción tóxicos o con posibles impactos en la salud. El espacio interior de un edificio puede ser más nocivo que el del exterior si está fabricado con materiales químicos perjudiciales. Además, se ubican en lugares que permitan a sus residentes andar o ir en bicicleta.
http://www.ecoticias.com/bio-construccion

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