Ser simpático y auténtico, Doctor Sonrisal

NENA  FELIZ

Ser simpático es una gran cualidad que tiene que ver con ser auténtico, amable y cortés, alegre y positivo, sonreir con franqueza y saber servir.
Ser simpático o agradar a los demás es una de las cualidades más deseadas por el ser humano. En realidad todos queremos ser apreciados, queridos y aceptados por las personas a nuestro alrededor, precisamente porque eso nos hace la vida más fácil. Todos quieren ayudar, compartir o estar con aquellas personas que tienen algo que atrae, porque agradan, porque son simpáticas, en una palabra, porque son populares.
El famoso sicólogo y escritor William James quien por años estudió acerca del comportamiento humano decía: “Uno de los más profundos anhelos de la naturaleza humana, es el de ser apreciados”. Sin embargo, quienes se esfuerzan por ser simpáticos gratuitamente probablemente no lo logren porque esta habilidad aunque se puede aprender tiene ciertas características especiales que la hacen posible.

Ser auténtico

Agradar por agradar no es la mejor opción si se quiere ser simpático. Cada persona es única, exclusiva e irrepetible, y eso la hace maravillosamente especial, y al fingir ciertos comportamientos o actitudes que no van con su personalidad, se verán tan falsos que en vez de atraer, con seguridad que todos querrán alejarse. Lo más valioso que como personas tenemos es nuestra autenticidad y aunque debemos adaptarnos a muchas situaciones y circunstancias jamás debemos perder nuestra esencia.  Debemos adquirir la consistencia del agua que puede tomar la forma de cualquier recipiente pero sin dejar de ser agua, sin perder su esencia.




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