Hay textos antiguos que hablan de personas que vivieron cientos de años y los historiadores y traductores, al no poder explicarlo, lo atribuyen a mitos o leyendas, o bien, a las diferencias entre las unidades de medida del tiempo existentes entre las distintas épocas.
Por otra parte, la medicina actual aún no ha podido explicar el envejecimiento, ya que observando nuestro organismo desde un punto de vista científico, no hay ningún motivo aparente para que envejezcamos.
Si pensamos en el milagro del cuerpo humano, vemos que a partir de dos células, poco a poco se va desarrollando todo un organismo tremendamente complejo, inicialmente todas las células son iguales, hasta que poco a poco, como por arte de magia, se van transformando y especializando, de acuerdo con la parte del cuerpo de la que van a formar parte, células de la piel, del corazón, del cerebro, etc.
Por si esto fuera poco, a medida que vamos creciendo, vamos eliminando células gastadas por otras completamente nuevas, y en función del desgaste se van renovando más o menos rápidamente, por ejemplo, las de la piel las renovamos diariamente, por capas, de modo que siempre esté en perfectas condiciones para protegernos. Otras se renuevan a intervalos de tiempo más largos, pero como ya comenté en otro artículo, cada cierto tiempo hemos renovado totalmente nuestro cuerpo “físico”.
Llegados a este punto, cabe preguntarse ¿por qué envejecemos?, y la respuesta podría encontrarse en nuestra manera de pensar, todos tenemos asumido que vamos a envejecer y todo nuestro organismo se va modificando para “obedecer” a este pensamiento, y , a medida que pasa el tiempo y debido a esta manera de pensar, nos “sentimos” viejos y el cuerpo se “ajusta” a estos sentimientos, que son el efecto de nuestros pensamientos.
¿Qué podemos hacer?. En primer lugar saber y creer que seremos aquello que pensemos y que nos sentiremos así como pensemos, solo hay una condición, debemos tener fe en ello.
El primer paso es dejar de pensar en envejecer, no es obligatorio, de hecho, podemos ver que la “esperanza” de vida ha aumentado de manera considerable, unos dicen que por la alimentación, otros dicen que por las mejoras técnicas de la sanidad, etc. pero lo cierto es que a medida que sabemos que podemos vivir más años, vamos programando nuestro cuerpo para que viva más años, porque lo “creemos”, tenemos fe en ello.
Si creemos que podemos vivir más y actuamos en consecuencia, es decir, pensando que no hay nada que debamos dejar de hacer porque nos hacemos mayores, manteniendo el espíritu optimista de nuestra juventud, porque físicamente no hemos cambiado, solo lo hemos hecho a nivel mental y el aspecto que tenemos es un mero maquillaje, para que nuestro cuerpo esté en sintonía con nuestra mente. La cara es el espejo del alma y el cuerpo también.
Nuestras células actúan guiadas por nuestros pensamientos, por lo tanto, la conclusión lógica a la que podríamos llegar, es la siguiente: si pensamos como jóvenes, nuestras células se ajustarán a este pensamiento. Si nos sentimos jóvenes es porque pensamos en juventud y como jóvenes y nuestro cuerpo nos obedece.
By: elpoderdelpensamientopositivo.
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