“Tú eres o te convertirás en lo que piensas” - Doctor Sonrisal


Siéntelo, piénsalo y vívelo


Se dice que “tú eres o te convertirás en lo que piensas”; por ejemplo un estudiante de medicina que pasa la mayor parte del día estudiando sobre medicina y aprendiendo de esta profesión termina algún día por convertirse en médico; sin embargo muchos estudiantes no terminan la carrera. ¿Es entonces una mentira?
Bueno, no es mentira, solo que tampoco es verdad; no solo se trata de lo que piensas sino de lo que sientes cuando piensas; hay muchos casos que me cuentan en que ellos querían algo pero ese algo no se dio, por más que estaban alineados mentalmente con el objetivo, este parecía que se les escapa de entre las manos.
¿Por qué crees que pasa esto?, ¿te ha pasado?, la verdad que a mí también me ocurrió y creo que a muchos nos ha pasado; en mi caso y haciendo un análisis en retrospectiva, eran por dos posibles causas; la primera se debía al miedo; muchas personas en algún momento de nuestra vida tenemos miedo al fracaso o al éxito; la segunda causa era que el sentimiento no estaba alienado con la razón.
Tanto en una causa como en la otra lo que entra a consideración son los sentimientos; muchos deciden estudiar una carrera o iniciar un negocio debido a razones puramente lógicas; pero emocionalmente no están listos para este objetivo.
Nuestros sentimientos nos dicen si algo en nosotros está bien o está mal, cuando siento la sensación de bienestar al pensar en algo, ese pensamiento es más poderoso que cuando solo uso mi cerebro para organizar un plan.
La verdad es que existen dos sentimientos básicos que disparan pensamientos positivos o negativos; son simples, pero dan toda una gama de sentimientos que hacen lo que somos; estos sentimientos son el de bienestar y malestar; si algo nos hace sentir bien nuestros pensamientos al respecto serán positivos; por otro lado pensamientos positivos no necesariamente darán sentimientos positivos.
Esto es lo que hace fallar el 90% de las veces; si bien tenemos este pensamiento positivo y parece que es en lo único que pensamos, nuestra sensación no está alineada con lo que pensamos; por ejemplo el decir 


“Soy exitoso” pero no tener éxito, está alimentando una sensación de malestar y un gran conflicto interno, debemos hacer que nuestros pensamientos  y sentimientos estén alineados; por eso es mejor decir   “Yo me siento exitoso”,  así el conflicto será menor y pronto estaremos sintiéndonos exitosos y siendo exitosos.
¿Tú te has preguntado cómo te sientes respecto a tus metas?

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