Osho explica que la verdadera libertad, la libertad suprema es espiritual,
no es política, económica, ni física, ni psicológica; sino que tiene que ver
con nuestro interior. Es decir que es una realidad interna, puesto que
nuestro verdadero SER no puede ser ni encadenado, amarrado, recluido
en una cárcel. Nuestra esencia es intrínsecamente libre.
Dice que la sustancia más intima de la libertad es que somos libres
del pasado y del futuro porque no existen, todo lo que hay es el presente
y si no cargamos con los recuerdos que nos atan al pasado o con los
deseos o expectativas que nos arrastran al futuro, podemos vivir en el
presente y conocer el gusto de la libertad, vivir el momento que es
nuestro, en que realmente somos libres.
Nacemos con libertad, pero hemos sido condicionados para olvidarlo,
estos condicionamientos son los que nos hacen creer que las otras
personas nos quitan nuestra libertad, que nos esclavizan, cuando en
realidad nosotros decidimos o elegimos entregarla falsamente.
Si la libertad en un estado intrínseco del ser, cómo podríamos desecharla verdaderamente, esto no es posible por lo que las experiencias
supuestas de esclavitud sea física, psicológica o emocional y que nos
generan tanta incomodidad nos están tratando de recordar nuestra
verdadera libertad, para que podamos darnos cuenta y experimentar
la libertad de SER nosotros mismos.
(Del libro "Libertad. La valentía de ser tú mismo",
Osho International Foundation,1988 / Grijalbo, 2006)
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