Entre dos caminos, ¿cuál elegir? - Doctor Sonrisal




Cuando la vida nos pone frente a estas situaciones, podemos tener miedo a equivocarnos, pero los especialistas afirman que la clave para tomar una buena decisión está en nuestro interior.....

Esa madrugada sólo pensaba. No podía dormir. Recostado, veía como los segundos corrían, y mi vida con ellos. A lo lejos se levantaba el alba y se acercaba el momento de tomar una decisión. Intentaba escoger uno de los dos caminos. Me levanté de la cama y me senté a la mitad del piso frió. En medio de las sombras, encendí un cigarrillo.
Sólo dos caminos, ¿cuál elegir? Cuando la vida nos pone frente a estas situaciones, podemos tener miedo a equivocarnos, porque no sabemos cómo será nuestro futuro. Mientras la ciudad despertaba y una fina lluvia escurría sobre la ventana, estaba seguro de que no quería seguir tirando mi vida a la basura, aunque lo disfrutara. Nunca olvidaré cada momento que pasé en aquella vida, pero era momento de cambiar, aunque eso significara perder una parte de mí.
Antes de elegir entre dos caminos, tomemos en cuenta a los especialistas. Ellos afirman que la clave para tomar una buena decisión está en nuestro interior, sólo necesitamos reflexionar en las siguientes cinco pautas:
Escucha tu interior. Cada uno posee una voz interior. Necesitamos escucharla. Interpretar sus gritos y silencios. Conocer lo que en verdad deseamos y de esa forma averiguar el camino más conveniente. Debbie Ford, terapeuta y profesora del Centro Chopra, en California, asegura que “sólo haciéndote consciente de cada una de tus decisiones, puedes alcanzar la vida extraordinaria con la que has soñado”.
Atento al corazón. Las corazonadas nunca fallan. “Cuando tengas que escoger entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón; quien escoge el camino del corazón, no se equivoca nunca”, según fragmentos del Popol-Vuh (libro sagrado de los mayas).
Recuerda tus sueños. Al elegir un camino, indaga cuál de ellos conviene para construir tus sueños. Siempre es una buena opción arriesgarte a seguir tus ilusiones.
Un paso al futuro o al pasado. Pregúntate hacia dónde te conducen los dos caminos, si a un regreso a viejas historias o a un futuro próspero.
Aquel día, al ducharme, imaginaba todo lo que venía por delante. Una nueva vida me esperaba en otra ciudad. Después de vestirme, salí al aeropuerto. Mientras caminaba, no volví la mirada atrás. Estaba seguro de mi decisión, mis corazonadas nunca fallan.
Frente al mundo, sólo nos queda ser valientes. Cuando la vida nos enfrente, tengamos valor para tomar nuestras decisiones. Sigamos nuestros impulsos: ¡Nunca nos equivocaremos!







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