Junto con el latido del corazón, la respiración es la acción muscular más continuada de la vida y es la que nos sustenta desde que nacemos hasta que morimos. La conexión entre el espíritu y la respiración es muestra de la estrecha relación que existe entre el acto de respirar y la esencia de la vida. Por lo tanto, no es de sorprender que la respiración haya atrapado la imaginación de las personas por encima de cualquier otra función somática.
Parte de la fascinación de respirar reside en su naturaleza dual, pues se trata de algo que nosotros hacemos y de algo que nos ocurre. Respirar es tanto un acto voluntario, consciente y muscular como una actividad involuntaria, inconsciente y psicológica. Despiertos o dormidos, la continuidad de nuestra respiración la determinan los centros inferiores del cerebro. Por otra parte, los centros superiores regulan el control consciente de la respiración en el acto de hablar, de cantar o de hacer ejercicios respiratorios.
Respirar es también la piedra angular para entender nuestras emociones y las emociones de los demás. Cada emoción (tristeza, rabia, deseo, alegría) se expresa mediante una calidad de respiración distinta. Aunque no se manifiesten cambios aparentes en las expresiones del rostro de una persona, es posible percibir cambios en las emociones observando cómo ésta respira.
Además, el acto de respirar está inexorablemente ligado a nuestro sistema musculoesqueletal y a nuestra postura. Cuando nuestros ancestros animales emergieron del agua para vivir en la tierra desarrollaron, por una parte, medios para absorber oxígeno del aire y, por otra, medios para desarrollar las funciones locomotrices sobre la tierra. Mientras que la respiración branquial de los peces es relativamente independiente de su sistema esqueletal, la respiración pulmonar de los animales terrestres implica activamente a la misma estructura esqueletal que a su vez abarca todo el resto de movimientos.
Como resultado de esta interdependencia, las tensiones crónicas y los problemas posturales afectan a nuestra capacidad de respirar libremente, y una respiración limitada afecta negativamente a la postura y al movimiento. A la inversa, también es cierto que aumentar la calidad de la respiración causa un impacto enormemente positivo en nuestra postura, movimiento y salud global.
Todos estos aspectos de la respiración han servido de potencial para desarrollar una amplia serie de técnicas dedicadas a la práctica y a la mejora de la respiración de las personas. Practicar la respiración forma una parte esencial del trabajo de voz propio de los actores y los cantantes. Desde que Wilhem Reich utilizó por primera vez la respiración como instrumento terapéutico, se fueron sucediendo distintos usos psicoterapéuticos de la respiración, incluido el «Rebirthing», «Symbol Linking Therapy» y «Radix». El Yoga y el Zen destacaron hace ya tiempo la importancia de la respiración como parte integrante de sus ejercicios espirituales. Gran parte de los ejercicios para la salud y las distintas formas de «trabajo corporal» consideran el aprendizaje de la respiración como uno de los objetivos más importantes, y cada escuela pone su énfasis en un aspecto diferente de la respiración.
La mayor parte de la gente está familiarizada con la respiración yogui o del bajo vientre, mediante la cual el bajo vientre se expande hacia el exterior y hacia el interior (en dirección a la base pélvica) en el acto de inhalación. Este tipo de respiración refleja y mejora el estado natural de la respiración durante el descanso, fase en que el movimiento del pecho es mínimo.
Una utilización efectiva de la voz, sea para hablar o para cantar, requiere una respiración diafragmática eficiente mediante unos movimientos precisos y fáciles de las costillas flotantes bajas. Durante el acto de la vocalización espiramos durante fragmentos de tiempo largos y la inhalación se produce casi instantáneamente mediante una mínima ráfaga de aire que entra en los pulmones.
Feldenkrais hizo hincapié en que no existe una única manera correcta de respirar y en que la «buena respiración» cambia fluidamente con cada cambio de movimiento, estado de ánimo y situación.
Estos son los ejercicios de respiración de Feldenkrais:
1. Enseñar a tomar conciencia de que las partes más importantes del sistema respiratorio contribuyen al acto de respirar, y éstas son las narinas, la garganta, la tráquea, los pulmones, el diafragma, los músculos intercostales, las costillas y el movimiento del aire.
2. Enseñar que la respiración está relacionada con el movimiento y la postura.
3. Romper con las malas costumbres mediante movimientos inusuales como el de expandir la caja torácica durante la exhalación.
Los ejercicios de respiración de Feldenkrais facilitan una respiración espontánea y completa, adaptable a cualquier situación e integrada en el yo completo. Sólo con este pequeño bosquejo podemos ver cómo una respiración completa y una toma de conciencia de la respiración pueden expresar y revelar las múltiples facetas de la existencia.
http://feldenkrais-open.esLos ejercicios de respiración de Feldenkrais facilitan una respiración espontánea y completa, adaptable a cualquier situación e integrada en el yo completo. Sólo con este pequeño bosquejo podemos ver cómo una respiración completa y una toma de conciencia de la respiración pueden expresar y revelar las múltiples facetas de la existencia.
(Traducción Elena Vilallonga 2007©)
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