¿QUE ESTAS HACIENDO POR TI MISMO ?, Darío Salas Sommer - Doctor Sonrisal
Ahora que se termina el año 2009 parece oportuno que te preguntes que es lo que realmente hiciste por tu propia persona en este lapso.
Diràs quizas que conseguiste una lista de cosas de la A a la K, y que estàs muy satisfecho por esto. Tambièn, que el resto del alfabeto no se ha dejado conquistar y te sientes frustrado por todo aquello que se te escapa.
Es probable que tu listado de logros sea generoso y decidas premiarte con unas vacaciones Premium en un privilegiado lugar del planeta. Que te va bien en el amor y en el dinero y de salud no te encuentras mal.
Que tus hijos, si los tienes, se comportan bien, y que tu pareja es ejemplar.
Que pronto te cambiaràs a una casa mas espaciosa para instalar un Home Theater gigante con pantalla de plasma Full High Definition y con una pieza de juegos para tus hijos a fin de que se instalen allì con su consola de juegos para gozar de todo lo que estos aparatos hacen.
Que el mundo, al fin, no està tan mal y el calentamiento global no pasa de ser un juego.
Si eres de los afortunados que cuentas con un lugar al aire libre te instalaras quizàs en tu hamaca propia para rumiar tu propia satisfacción.
Pero nuevamente, ¿Qué estàs haciendo por ti mismo?
¿Tienes idea quien eres y como eres? ¿Funcionas como un ser humano o como un robot?
Para un ser que comparte el 98% de sus genes con el chimpancé parece ser que te encuentras muy bien. No te preocupes sin embargo, si tu vida no es ideal y no logras hacer lo que quieres, o terminas haciendo lo que no deseas.
La neurociencia ha comprobado que no tenemos libre albedrío y que el cerebro jamàs llega al presente porque va medio segundo atrasado en el tiempo.
Quizàs debieramos, en consecuencia, conformarnos por los niveles de contaminaciòn, pobreza, delincuencia, maltrato infantil, violencia, guerra, y depredaciòn de los recursos naturales del planeta.
Total, si no tenemos libre albedrío no somos culpables de nada, ya que “alguna cosa” que desconocemos es la que piensa por nosotros y elige que hacer, es decir, “que cosa obligarnos a hacer”. La verdad es que la propia identidad es postiza y nuestro cerebro pertenece a un ente desconocido que controla nuestras vidas.
Preocupante, ¿no es cierto? Nos movemos como tìteres y desconocemos al gran titiretero.
En todo caso no debemos perder la esperanza ya que hay un tipo por allí que sostiene que es posible llegar a conocerse a si mismo, recuperar la verdadera identidad y cortar los hilos.
Es por eso que en estas Navidades les deseo a todos el bien supremo: conocerse a sì mismo y encontrar la verdadera identidad, con todo lo que esto conlleva.
Fraternalmente
Dario Salas Sommer
Filosofo
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