“Es posible educar para la felicidad”. Son palabras de Ricardo Arguís, director del proyecto educativo español “Aulas felices”. Mediante la aplicación de una serie de prácticas basadas en la Psicología Positiva se fortalecen ciertos valores y percepciones que contribuyen a incrementar la felicidad de los niños y jóvenes. El proyecto está siendo todo un éxito en la red.
El pasado mes de febrero se presentó el proyecto Aulas Felices en el marco del XL Seminario de Centros Educativos de la Universidad de Navarra. Su objetivo, tal y como señala su director es el de “promover la felicidad de los alumnos, los profesores y las familias, potenciando el desarrollo personal y social del alumnado”. Arguís está convencido de que “la felicidad es la asignatura olvidada y que la educación es la manera más importante de alcanzar y fomentar la felicidad en todas las personas”.
El proyecto lleva fraguándose varios años. Arguís dirige un equipo de educadores denominado el Equipo SATI (un Grupo de Trabajo dependiente del Centro de Profesores y Recursos “Juan de Lanuza”, de Zaragoza) que está poniendo en práctica las técnicas inspiradas en la Psicología Positiva en colegios de países como España, Venezuela, México o Colombia. Destinados a niños y jóvenes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, la metodología que propone Aulas Felices se basa en una serie de ejercicios prácticos que proceden de la Psicología Positiva.
Ésta, señala Arguís, surgió hace unos 13 años y se define como el estudio científico del funcionamiento humano óptimo. Es decir, “es la ciencia del bienestar o de la felicidad y está involucrada en muchos ámbitos: salud, educación y organizaciones humanas entre otros”. En concreto la parte con la que trabaja este grupo de investigadores es una nueva rama conocida como la Educación Positiva y ésta se aplica en Aulas Felices fundamentalmente para trabajar dos aspectos: la práctica de la atención y la educación de fortalezas de carácter, señala Arguís.
Ambas contribuyen a fortalecer a “niños y jóvenes y fomentar una felicidad firmemente enraizada en la vida interior”.
Por Lorena Pérez
El proyecto lleva fraguándose varios años. Arguís dirige un equipo de educadores denominado el Equipo SATI (un Grupo de Trabajo dependiente del Centro de Profesores y Recursos “Juan de Lanuza”, de Zaragoza) que está poniendo en práctica las técnicas inspiradas en la Psicología Positiva en colegios de países como España, Venezuela, México o Colombia. Destinados a niños y jóvenes de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, la metodología que propone Aulas Felices se basa en una serie de ejercicios prácticos que proceden de la Psicología Positiva.
Ésta, señala Arguís, surgió hace unos 13 años y se define como el estudio científico del funcionamiento humano óptimo. Es decir, “es la ciencia del bienestar o de la felicidad y está involucrada en muchos ámbitos: salud, educación y organizaciones humanas entre otros”. En concreto la parte con la que trabaja este grupo de investigadores es una nueva rama conocida como la Educación Positiva y ésta se aplica en Aulas Felices fundamentalmente para trabajar dos aspectos: la práctica de la atención y la educación de fortalezas de carácter, señala Arguís.
Ambas contribuyen a fortalecer a “niños y jóvenes y fomentar una felicidad firmemente enraizada en la vida interior”.
Por Lorena Pérez
http://www.padresycolegios.com/noticia/Educar-hoy/aulas-felices.html |
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